Un término que esta calando entre los investigadores y científicos relacionados al mundo de la inteligencia artificial es sin duda, agentes inteligentes.
Debido a su corta aparición, aun no se ha llegado a concertar ciertos aspectos básicos, como es el caso de la definición, características, entre otros aspectos.
La definición con más aceptación, es la proporcionada por Russell, quien afirma que un agente es una entidad que percibe y actúa sobre un entorno.
Es necesario tener en consideración que toda implementación software, no es un agente. Esto debido a que muchos suelen confundir un sistema convencional con un agente inteligente.
La diferencia es sumamente notable, si es que nos ponemos a observar ciertas características de uno y otro. Las características propias de un agente: continuidad temporal, autonomía, sociabilidad, racionalidad, reactividad, proactividad, adaptabilidad, movilidad, veracidad, benevolencia; dotan de una mejor postura al momento de comparar.
Se puede afirmar que los agentes inteligentes se convierten en una herramienta potencial de ventaja competitiva en los diferentes sectores.
Debido a que los agentes inteligentes tienen la capacidad de utilizar los atributos antes mencionados. Cuentan con el dominio de información de un determinado ambiente, lo procesan de manera inteligente, de tal forma que brindan las salidas que los usuarios verdaderamente necesitan.
Es un potencial de ventaja competitiva, por que brinda a la empresa la posibilidad de recoger información relevante de las necesidades y/o prioridades que se suscitan en un ambiente determinado.
Por otro lado, se manifiesta una disminución de costos, en aspectos de personal y en desarrollo de procesos de acopio de información.
También se puede irradiar a los diferentes actores que circundan nuestro giro de negocio, una imagen de posición de tecnología que optimiza procesos y que brinda soluciones más atractivas.
Además, el dominio de aplicación de los agentes inteligentes, es vasto. Pudiendo implementarse soluciones en el sector turismo, educación, comercio electrónico, economía, ecología, industrias, mercadotecnia, minería, pesquería, geografía, entre otros.
Si bien es cierto que la tecnología de agentes inteligentes es un tema que ha cobrado protagonismo recientemente, sin embargo, ¿Qué estamos haciendo para utilizarlo en nuestro contexto?.
Si nos ponemos a analizar, nuestra región cuenta con actividades productivas en donde se podría efectuar una implementación de un agente inteligente, como solución de los problemas o dificultades que se presentan en cada sector.
En lo concerniente a la actividad turística, no existe una herramienta que permita administrar e integrar de forma efectiva, toda la cadena de requerimientos de un visitante o turista, ya sea nacional o extranjero.
Implementando un agente inteligente, en los principales sitios Web regionales de acogida, podríamos brindar a los turistas la posibilidad de manejar información actualizada y especifica de sus requerimientos, de tal forma que se pueda asegurar su presencia en la región.
En lo concerniente a sistemas comerciales, se podría implementar una solución e-MarketPlace , conjuntamente con un agente inteligente. Esto permitirá integrar a ofertantes y demandantes regionales, con la posibilidad de adoptar las mejores ofertas del sitio, dotando para ello los indicadores necesarios.
Se confirma entonces, la amplitud de aplicabilidad de un agente inteligente.
Para conseguir que se ponga en práctica en la región, es necesario que intervengan varios actores. Empezando por profesionales de la rama de tecnologías de información y afines, que deberían proponer soluciones en los diferentes campos.
El aparato productivo o empresarial, debería mirar a esta tecnología como ventaja competitiva en su sector.
Finalmente para que pueda ser capitalizada como una herramienta de soluciones regionales, debería contarse con la aprobación de presupuestos que tiendan a la implementación de agentes, por parte del Gobierno Regional.
